Borges: La Escritura del Dios: el misterio del Universo (Homenaje en el aniversario de su nacimiento, 24/8/1899)
Según algunos desarrollos científicos de nuestros días, el Universo tendría
una dimensión aproximadamente de 95.000 millones de años luz (la velocidad de
la luz es de 300.000 km por segundos; desesperante es pensar ese número, que
prácticamente no podemos entender); tendría aproximadamente desde el Bing Bang
(Hawkins) unos 13.700 millones de años y es un tejido tiempo-espacio (Einstein)
y parece interminable el camino hacia el pequeño mundo subatómico investigado
por la física cuántica (Bohr,Planck, Heisenberg, etc.).
Ante semejante espectáculo es inevitable que el hombre se pregunte ¿qué es
esto que llamamos “Universo”?, ¿qué había antes de la gran explosión?, ¿de
dónde surgió es “materia” que causó la explosión?, ¿qué hay después de los
supuestos límites del Universo?, en última instancia, siempre nos preguntamos
¿tiene límites en el tiempo y espacio el llamado “Universo”? Y, en caso que los
tenga, ¿qué “hay” después?
La inquieta inteligencia de Borges meditó en torno a estos tremendos
interrogantes que se formula la especie humana. Y lo más interesante,
afortunadamente, es que ellos fueron fuentes o estímulos para parte de su
creación literaria.
Alguna vez se imaginó el Universo como una biblioteca infinita y secreta,
compuesto por libros que el hombre no puede descifrar (su cuento “La Biblioteca
de Babel”); muchas veces dijo que el Universo es para el hombre un Caos, un
enorme Laberinto (apreciado y recurrente símbolo de Borges) en el que estamos
perdidos sin entenderlo; tal vez tenga un orden, “pero no conocemos el
diccionario de Dios”.
En otro cuento el gran escritor otra vez juega con este enorme enigma y es
en su cuento “La Escritura del Dios”(fue escrito en 1949 en Sur y pertenece al “Aleph”) . Muchos
estudiosos de su obra se han ocupado del mismo. Intento exponer mi visión.
El personaje del cuento es Tzinacán, un mago de la pirámide de Qaholom, del
mundo azteca conquistado por los españoles. Está hecho prisionero de los
conquistadores en una cárcel que Borges la describe así “La cárcel es profunda
y de piedra; su forma, la de un hemisferio casi perfecto….”; existe consenso
entre muchos expertos que es un símbolo del planeta que habitamos y en el que
estamos prisioneros y perdidos en la inmensidad del Universo, y agrega en su descripción de la “cárcel” “...
si bien el piso que también es de piedra es algo menor que un círculo máximo.
Hecho que agrava de algún modo los sentimientos de opresión y vastedad”;
adviértase esta última idea, la cárcel causa al mismo tiempo sensación de opresión y vastedad. Mi conjetura es que
el “mago” es el símbolo de la especie humana “prisionera” en esta gran cárcel.
Sucede que en esa cárcel absolutamente oscura, próximo al mago, casi pared
de por medio, se encuentra encerrado un jaguar. El mago logra ver al animal una
vez por día, cuando mediante una roldana le baja la comida. Tal vez la idea de
la cárcel oscura denota la de un Cosmos que no terminamos de entender.
Lo interesante del cuento es que el mago “prisionero” está plenamente consciente
que “en esta cárcel, que ya no dejaré en mi vida mortal”, y en sus años de
prisión, una noche tiene una especie de recuerdo que “era una de las
tradiciones del dios. Éste previendo que en el fin de los tiempos ocurrirían
muchas desventuras y ruinas, escribió el
primer día de la Creación una sentencia mágica, apta para conjurar esos
males”. En el epílogo de “El Aleph”, al referirse a este cuento Borges dice “
el jaguar me obligó a poner en boca de un “mago de la pirámide de Qaholom”,
argumentos de cabalista o de teólogo”.
Entonces el “mago” prisionero quiere leer la “Escritura del Dios”, mensaje
“que nadie sabe en qué punto la escribió ni con qué caracteres, pero nos consta
que perdura, secreta, y que la leerá algún elegido”. Pero, ¿dónde está ese
mensaje de la “mente absoluta”? ¿Puede el “mago” descifrar ese mensaje?, dónde
está esa “Escritura del Dios”?, y , en caso que exista, ¿cuál es el lenguaje
que usa Dios para emitir su mensaje?
El “mago” cree que el mensaje está en los dibujos de la piel del jaguar que
se encuentra en la misma prisión; Borges le hace decir al “mago” “Entonces mi
alma se llenó de piedad. Imaginé la primera mañana del tiempo, imaginé a mi dios
confiando el mensaje a la piel viva de los jaguares…”. En mi opinión, el jaguar
es el símbolo usado por Borges para significar la “naturaleza”, el mundo de los
átomos, de la materia, energía, luz, sonido, etc., cuya comprensión tanto
desvela al hombre. Es un símbolo bellísimo usado por el Maestro: en la
naturaleza está el “mensaje secreto” de Dios. Por eso le hace decir al “mago”: “Dediqué largos años a aprender el orden y la
configuración de las manchas. Cada ciega jornada me concedía un instante de luz,
y así puede fijar en la mente las negras formas que tachaban el pelaje
amarillo”, y luego agrega el mago prisionero “No diré las fatigas de mi labor.
Más de una vez grité a la bóveda que era imposible descrifrar aquel texto”
El mago cree haber descubierto la Escritura del Dios, cree haber
aprehendido el mensaje de la “mente absoluta”, cree haber entendido la “cárcel”.
Mi conjetura final: el gran Borges piensa que cada hombre tiene su visión
del universo, lo concibe de una manera determinada y se muere con esa visión
individual, sin que la especie humana haya descifrado la “Escritura del Dios”,
por eso el cuento culmina así: “Que muera conmigo el misterio que está escrito
en los tigres. Quien ha entrevisto el universo, quien ha entrevisto los
ardientes designios del universo, no puede pensar en un hombre, en sus
triviales dichas o desventuras, aunque ese hombre sea él…Por eso no pronuncio
la fórmula, por eso dejo que me olviden los días, acostado en la oscuridad”.
Nelson R.
Pessoa
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